Mientras no tienes pareja el entorno te trata como a un enfermo e intentan buscarte una cura: "Tengo un amigo que te va a gustar" (tengo una pastilla que puede calmar tu dolor); "sé de un bar al que van hombres muy atractivos" (hay una nueva terapia para tratar lo tuyo). O ya pierden la esperanza: "¡Si solo se está fenomenal!" (todos moriremos algún día). Y te preguntan cosas como: "¿Por qué no tienes novio con lo maja que eres?". Mujer, nunca pensé que no tuviera novio por no ser maja. O "¿por qué no tienes novio, si tú TODAVÍA estás muy bien?" Pero a lo mejor no estamos todos destinados a ese fin. Nuestros cuerpos, mentes o almas son individuales, y por eso deberíamos evitar ser arrastrados por las corrientes mayoritarias y dedicarnos a buscar nuestro propio cauce. Me gustaría saber qué opinan los habitantes de otros planetas sobre este tema. "No te lo vas a creer colega (No está demostrado que los extraterrestres no hablen como macarras de los 90) en el planeta ese enano que vemos desde aquí, la peña vive de dos en dos" "Sí hombre, eso no se lo cree ni Dios" "¿Qué no? Ya verás, pregúntale." (No está demostrado que Dios no viva en otro planeta rodeado de extraterrestres que hablan como macarras de los 90). Cuando este sistema de bienestar, probablemente conseguido a costa del malestar de otros, se vaya al carajo, puede que cambie nuestra forma de vivir. Puede que acabemos viviendo en comunidad, con amigos, o familiares, con los hijos de los demás casi como si fueran nuestros, mezcla de edades, conocimientos, preocupaciones vitales y lavadoras. Puede que algún día llegue otro modelo que ahora parece utópico, incluso infantil, que no consista en el aislamiento que supone vivir solo o vivir rodeado exclusivamente de los tuyos ¿Por qué no? ¿Por qué este sistema tiene que perpetuarse sin posibilidad de dar paso a otro distinto? ¿Por qué no inventamos otras cosas? ¿Por qué nos quedamos siempre con lo único que conocemos? ¿Por qué tenéis todas novio menos yo?"
Bárbara Alpuente
