Los días pasan lentos, todos tan iguales, esperando que cada uno de ellos termine y así el tiempo haga su efecto.
Ahora al menos sé por qué pasó todo esto, nunca hubo un lugar para mí en tu vida, tu corazón ya estaba ocupado por la persona que amabas antes de que yo apareciera y a la que amarás después de que yo me vaya.
Sé que poco a poco la distancia entre nosotros nos irá separando, una distancia que tu permitirás y que yo, por no forzar más la situación, no impedire, alejandome de ti...hasta que un día ya ni pienses en qué será de mí, sin embargo yo seguiré pensando ¿qué harás, cómo te irá, seguirás con ella, serás feliz? Un día nos cruzaremos, nos miraremos y ninguno se atreverá a decir algo, pero sé que mi corazón recordará cuánto te ha querido y cuánto te ha echado de menos, nos preguntaremos en una mirada qué fue de ti, qué fue de mi, qué fue de lo nuestro.
Al menos sé que el ultimo beso que nos dimos fue real, ambos lo queríamos, aunque para tí no era nada, ojalá no hubiera ido tan borracha como para recordarlo con el más minimo detalle. Lo malo de un momento es saber que es el último, esa tristeza que te invade cuando sabes que nunca más volveré a sentir el calor y el sabor de tus labios, el roce de tu mano en mi mejilla y en mi cuello.
Sé que no volvere a tenerte, si es que alguna vez te tuve, ya lo he asimilado pero mi corazón parece no querer aceptarlo y se aferra a la esperanza de un futuro lejano y muy incierto. Las cosas ya nunca serán igual y todo lo que tu decias no eran más que bonitas palabras para adornar un momento de tensión y tristeza.