martes, 13 de noviembre de 2012

Y es así...van pasando los meses y tu recuerdo comienza a desaparecer. No eres ya la persona con la que mi mente desesperada se duerme, sin embargo, sigues estando ahí, sigues siendo ese por el que tantas lágrimas he derramado y tantos cafés he removido en charlas interminables, sobre el mismo, sobre lo mismo...sigo oyendo tu voz cada vez que escucho Hurt, sigue siendo tu rostro el que veo cuando paseo por esas calles, cogidos de la mano, como si nada hubiera pasado.
Es lo correcto dejarte marchar, por mucho que duela. A veces me gusta tumbarme en la cama y hacerme un ovillo, es reconfortante, el dolor desaparece y puedo llorar tranquila, sabiendo que esas lágrimas saladas se irán y arrastrarán con ellas tu recuerdo.
Igual, algún día, en un futuro lejano, podamos volver a vernos, tomarnos una cerveza y que me preguntes cómo me va todo, qué ha sido de mi en todo este tiempo y podamos estar de nuevo, caminando, por esas calles, separados, como si nada hubiera pasado...