Ahora sí, no te hagas ilusiones. Se racional.

Y aquí estoy sintiendo desde hace rato los efectos del alcohol, ensimismada en el juego de luces y sombras que se forman en las murallas, perdiéndome en mis propios pensamientos mientras intento mantener una absurda conversación. Sin darme cuenta me encuentro a mi misma dibujando en el cristal, entre los múltiples garabatos puedo leer tu nombre ¿en qué momento empecé a pensar en ti? y lo más importante ¿Por qué, por qué incluso en noches como ésta tienes que estar presente si estás a cientos de kilómetros? Miro mi reflejo en el cristal y observo mi expresión amarga, "Joder, eres patética" pienso.