lunes, 14 de marzo de 2011




¿Qué es lo mejor de un beso? ¿Los suaves movimientos de lengua y el intercambio de saliva? ¿Lo que supone besar? No, son esos escasos segundos antes, ese momento en el que ambos sabéis lo que viene después. El momento en que solo ves sus labios acercándose hacia ti, el corazón y la respiración se aceleran, mientras sientes un hormigueo en el brazo izquierdo y un extraño calor en el pecho, quizás acompañado por una leve sonrisa causada por la intensa emoción, hasta que timidamente vuestros labios se rozan y terminan fundiéndose en la mecánica y química de después. Pasados los días sigues recordandolo, te viene a la cabeza la imágen de sus labios, más que el si te acarició la mejilla, te cogio de la cintura o te aparto el pelo, aún notas ese hormigueo y esa extraña sensación en el pecho. Estos segundos es lo más especial y si aún lo recuerdas es porque significó algo.

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