domingo, 3 de junio de 2012

Me gusta esta temperatura en la noche, ni frío ni calor, la tranquilidad y el silencio, siempre me ha gustado, sin embargo ahora las noches se me hacen eternas. Y aquí estoy encendiéndome el sexto cigarrillo del día y el último del paquete, el del deseo, lo prendo pensando en ello, cómo si sirviera de algo, no son más que tonterías, pero aún así me aferro a la ridícula posibilidad. No sé cómo he llegado a esta situación y sobretodo cómo lo he permitido. Hace ya casi una semana que guardé todo lo tuyo en una caja junto a ese folio con todo lo que quise decirte y no pude, junto con todas mis esperanzas, con la idea de olvidarte así, pero de nada ha servido. No hay hora del día en la que no piense en ello, es absurdo lo sé, pero no puedo evitarlo, tendría que dejarlo ir pero no puedo. Recuerdo ciertos momentos y sonrío, siento algo de paz, sin embargo, miro el presente y hay vacío, dolor, tristeza, desesperación y el futuro es incierto, vuelvo a llorar y no puedo parar. Intento justificarme diciendo que se me está juntando todo, pero realmente a quién pretendo engañar, sé de sobra porqué estoy así, porque ya no duermo bien, porque fumo, porque no me concentro, porque lloro, porque a pesar de tener hambre no quiero comer...odio esta situación, es como si me fuera dejando morir día tras día, me siento débil, sin fuerzas para nada, me cuesta salir de la cama por la mañana, total, ¿para qué? para otro día igual que el anterior, dejando que el tiempo me obligue a avanzar, y sé que es eso lo que necesito, tiempo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario